Al constatar la necesidad de un sistema similar de ventas, creyeron conveniente abrir un local en nuestro país; fue así como en Noviembre de 1960 se inaugura el primer almacén en Guayaquil. Un año después, en diciembre de 1.961, lo harían en Quito.
La palabra Tía se escucha simple, entones surge la pregunta ¿Por qué darle a un almacén un nombre tan sencillo? En idioma checo, la palabra “Te-Ta” representa lo que en Sudamérica denominamos “tía”, aquel familiar generoso y afectivo que premia con regalos como símbolo de reconocimiento por algo bien hecho. El concepto fue ese, contar siempre con una Tía generosa.
El inicio fue duro, se vivieron tiempos difíciles donde incluso hubo que defender la inversión aun cuando la empresa no arrojaba utilidades. Se fue persistiendo ofreciendo precios muy bajos, muchas veces por debajo del costo, a fin de que los clientes se sientan atraídos por el novedoso sistema, donde se podía tocar y elegir la mercadería para luego cancelarla en la caja respectiva. Fueron años nostálgicos en los que no existían autoservicios y los clientes guardaban distancia con el producto.
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